Después de muchos años he vuelto a ver "París, Texas" y las sensaciones fueron las mismas,probablemente mucho mas fuertes que antaño.
Sigo sintiendo la misma empatia con travis,la misma soledad que sus pies cansados cargan -me atrevo a decir-son la misma que muchas veces he sentido.El vació por la perdida,la locura impresa en cada uno de sus pasos,los malentendidos en el amor,etc..
Regrese a encontrarme con la belleza inocente y perturbadora de Nastassja Kinski y a recordar esos labios rojos que fueron,y siguen siendo, mi deseo.
Volver a disfrutar una película tan hermosa y "difícil" provoca que el mundo se quede entre paréntesis y se olviden por algunas horas lo desgastante que es habitar un lugar como este.
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